20 de noviembre de 2025

Domingo de la 34ª semana de Tiempo Ordinario


Jesucristo, Rey del Universo

 

PRIMERA LECTURA

Ungieron a David como rey de Israel

Lectura del segundo libro de Samuel 5, 1-3

En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron:

—«Hueso tuyo y carne tuya somos; ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: "Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel"».

Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 121, 1-2. 4-5 (R.: cf. 1)

R. Vamos alegres a la casa del Señor.

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R.

Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Nos ha trasladado al reino de su Hijo querido

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 12-20

Hermanos:

Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.

Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,

por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.

Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda criatura;

porque por medio de él
fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,

Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.

Él es anterior a todo,
y todo se mantiene en él.

Él es también la cabeza del cuerpo:
de la Iglesia.

Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.

Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud.

Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres:
los del cielo y los de la tierra,
haciendo la paz por la sangre de su cruz.

Palabra de Dios.

 

Aleluya Mc 11, 9b-10a

Bendito el que viene en nombre del Señor.
Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David.


EVANGELIO

Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 23, 35-43

En aquel tiempo, las autoridades hacían muecas a Jesús, diciendo:

—«A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».

Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo:

—«Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».

Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: «Éste es el rey de los judíos».

Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo:

—«¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».

Pero el otro lo increpaba:

—«¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibirnos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada».

Y decía:

—«Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».

Jesús le respondió:

—«Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso».

Palabra del Señor.

13 de noviembre de 2025

Domingo de la 33ª semana de Tiempo Ordinario



PRIMERA LECTURA

Os iluminará un sol de justicia

Lectura de la profecía de Malaquías 3, 19-20a

Mirad que llega el día,
ardiente como un horno:

malvados y perversos serán la paja,
y los quemaré el día que ha de venir

—dice el Señor de los ejércitos—,
y no quedará de ellos ni rama ni raíz.

Pero a los que honran mi nombre
los iluminará un sol de justicia
que lleva la salud en las alas.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: 97, 5-6. 7-9a. 9bc (R.: cf. 9)

R. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.

Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R.

Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos, aclamen los montes
al Señor, que llega para regir la tierra. R.

Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R.

 

SEGUNDA LECTURA

El que no trabaja, que no coma

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 7-12

Hermanos:

Ya sabéis cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre vosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie.

No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos daros un ejemplo que imitar.

Cuando vivimos con vosotros os lo mandamos: el que no trabaja, que no coma.

Porque nos hemos enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada.

Pues a esos les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan.

Palabra de Dios.

 

Aleluya Lc 21, 28

Levantaos, alzad la cabeza:
se acerca vuestra liberación.

 

EVANGELIO

Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 5-19

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo:

—«Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido».

Ellos le preguntaron:

—«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».

Él contesto:

—«Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "El momento está cerca; no vayáis tras ellos".

Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.

Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida».

Luego les dijo:

—«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.

Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.

Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio.

Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.

Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía.

Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

Palabra del Señor.

6 de noviembre de 2025

Domingo de la 32ª semana de Tiempo Ordinario

 


PRIMERA LECTURA

El rey del universo nos resucitará para una vida eterna

Lectura del segundo libro de los Macabeos 7, 1-2. 9-14

En aquellos días, arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la Ley.

Uno de ellos habló en nombre de los demás:

—«¿Qué pretendes sacar de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la ley de nuestros padres».

El segundo, estando para morir, dijo:

—«Tú, malvado, nos arrancas la vida presente; pero, cuando hayamos muerto por su ley, el rey del universo nos resucitará para una vida eterna».

Después se divertían con el tercero. Invitado a sacar la lengua, lo hizo en seguida, y alargó las manos con gran valor. Y habló dignamente:

—«De Dios las recibí, y por sus leyes las desprecio; espero recobrarlas del mismo Dios».

El rey y su corte se asombraron del valor con que el joven despreciaba los tormentos.

Cuando murió este, torturaron de modo semejante al cuarto. Y, cuando estaba para morir, dijo:

—«Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se espera que Dios mismo nos resucitará. Tú, en cambio, no resucitarás para la vida».

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 16, 1. 5-6. 8 y 15 (R.: 15b)

R. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.

Señor, escucha mi apelación,
atiende a mis clamores,
presta oído a mi suplica,
que en mis labios no hay engaño. R.

Mis pies estuvieron firmes en tus caminos,
y no vacilaron mis pasos.
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;
inclina el oído y escucha mis palabras. R.

Guárdame como a las niñas de tus ojos,
a la sombra de tus alas escóndeme.
Yo con mi apelación vengo a tu presencia,
y al despertar me saciaré de tu semblante. R.

 

SEGUNDA LECTURA

El Señor os dé fuerza para toda clase de palabras y de obras buenas

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 16—3, 5

Hermanos:

Que Jesucristo, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, os consuele internamente y os dé fuerza para toda clase de palabras y de obras buenas.

Por lo demás, hermanos, rezad por nosotros, para que la palabra de Dios siga el avance glorioso que comenzó entre vosotros, y para que nos libre de los hombres perversos y malvados, porque la fe no es de todos.

El Señor, que es fiel, os dará fuerzas y os librará del Maligno.

Por el Señor, estamos seguros de que ya cumplís y seguiréis cumpliendo todo lo que os hemos enseñado.

Que el Señor dirija vuestro corazón, para que améis a Dios y tengáis la constancia de Cristo.

Palabra de Dios.

 

Aleluya Ap 1, 5a y 6b

Jesucristo es el primogénito de entre los muertos;
a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos.

 

EVANGELIO

No es Dios de muertos, sino de vivos

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 20, 27-38

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron:

—«Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella».

Jesús les contestó:

—«En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección.

Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos».

Palabra del Señor.

 

O bien más breve:

 

No es Dios de muertos, sino de vivos

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 20, 27. 34-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a los saduceos, que niegan la resurrección:

—«En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección.

Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos».

Palabra del Señor.

2 de noviembre de 2025

 

PRIMERA LECTURA

En la vida y en la muerte somos del Señor

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 14, 7-9.10c-12

Hermanos:

Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo.

Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor.

Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos. Todos compareceremos ante el tribunal de Dios, porque está escrito:

«Por mi vida, dice el Señor,
ante mí se doblará toda rodilla,
a mí me alabará toda lengua».

Por eso, cada uno dará cuenta a Dios de sí mismo.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 102, 8 y 10. 13-14. 15-16. 17-18 (R.: 8a; o bien: Sal 36, 39a)

R. El Señor es compasivo y misericordioso.


El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R.

Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles;
porque él conoce nuestra masa,
se acuerda de que somos barro. R.

Los días del hombre duran lo que la hierba,
florecen como la flor del campo,
que el viento la roza, y ya no existe,
su terreno no volverá a verla. R.

Pero la misericordia del Señor dura siempre,
su justicia pasa de hijos a nietos:
para los que guardan la alianza
y recitan y cumplen sus mandatos. R.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 6, 3-9

Hermanos:

Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo fuimos incorporados a su muerte.

Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva.

Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya.

Comprendamos que nuestra vieja condición ha sido crucificada con Cristo, quedando destruida nuestra personalidad de pecadores, y nosotros libres de la esclavitud al pecado; porque el que muere ha quedado absuelto del pecado.

Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él.

Palabra de Dios. 

EVANGELIO

En la casa de mi Padre hay muchas estancias

Cruz Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 1-6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así; ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y a donde yo voy, ya sabéis el camino».

Tomás le dice:

—«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».

Jesús le responde:

—«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí».

Palabra del Señor.

15 de abril de 2024

NUEVAS DEDUCCIONES DE DONATIVOS

 

AYUDA A TU PARROQUIA


Si ha decido realizar alguna aportación económica para el sostenimiento de la Parroquia o donativo a Caritas Parroquial, le informamos que puede deducirse de estas donaciones en su declaración de la renta.

En la renta de 2024 se incrementaron los tipos de deducción aplicables siendo mayor la desgravación según el cuadro, así como el porcentaje de la base liquidable, los primeros 250 € el 80 % el resto segun    

       Las cantidades donadas o satisfechas a las entidades e instituciones previstas en la Ley 49/2002 que se destinen a la realización y desarrollo de actividades y programas prioritarios de mecenazgo, tendrán derecho a una deducción de:

Base de la deducción, importe hasta

Porcentaje de la deducción

Hasta 250 euros

80 %

Resto base de deducción

40% No recurrente

45% Recurrente

      

           Límite

       La base de la deducción de estos donativos, no podrá exceder del 15 por 100 de la base liquidable.

       Cumplimentación

       Deberá reflejar el importe de las cantidades donadas en la casilla "G" del Anexo A.1 de la declaración.